domingo, 6 de noviembre de 2016

06 de Noviembre - DÍA NACIONAL DEL COMERCIO!!! Feliz Día!!!




Auténtico motor de la economía, cimiento del mercado interno y primera unidad económica de cualquier comunidad que inicia su conformación, el comercio celebra hoy su día.

Desde hace muchísimo tiempo a esta parte, el comercio es la actividad que permite el intercambio de bienes y servicios entre los productores y los consumidores, algo básico para toda la sociedad. Gracias al comercio, se cambia lo que se tiene para ofrecer en el mercado y se adquiere lo que se necesita.

“El doctor Manuel Belgrano, como abogado experto en Economía Política y Derecho Público, bregó con convicción incesante para conseguir el objetivo de la apertura de los puertos de Buenos Aires, coincidiendo con los reclamos de los ganaderos y agricultores que perseguían la libertad para comerciar con sus productos, que eran muy codiciados no solo en el mercado interno sino también en el externo”.

El 6 de noviembre de 1809, la Junta Consultiva convocada por el Virrey, aprobaba el comercio directo con los aliados y neutrales del Río de la Plata, dándole al Consulado, en persona de Manuel Belgrano, el gran espaldarazo a su irreductible posición económica para las colonias y colocaban un hito para futuros acontecimientos que culminaron gloriosamente en 1810”.

LOS ORIGENES

Los orígenes del comercio se remontan a finales del Neolítico, cuando se descubrió la agricultura. Al principio, la agricultura que se practicaba era una agricultura de subsistencia, donde las cosechas obtenidas eran las justas para la población.

Pero a medida que iban incorporándose nuevos desarrollos tecnológicos al día a día de los agricultores, como por ejemplo la fuerza animal, o la utilización de diferentes herramientas, las cosechas obtenidas eran cada vez mayores.

Así llegó el momento propicio para el nacimiento del comercio, favorecido por dos factores considerados fundamentales: Las cosechas obtenidas eran mayores que la necesaria para la subsistencia de la comunidad. Y ya no era necesario que toda la gente se dedicara a la agricultura, por lo tanto una buena parte de la población comenzó a especializarse en otros asuntos, como por ejemplo la alfarería o la siderurgia.

Por lo tanto, los excedentes de las cosechas empezaron a intercambiarse por otros objetos en los que otras comunidades estaban especializadas.

Este comercio primitivo, no solo supuso un intercambio local de bienes y alimentos, sino también un intercambio global de innovaciones científicas y tecnológicas, entre otros, el trabajo en hierro, en bronce, la rueda, el torno, la navegación, la escritura, nuevas formas de urbanismo, etc.En la Península Ibérica este periodo se conoce como el Orientalizante, por las continuas influencias recibidas de Oriente.

El comercio, además del intercambio de innovaciones, también propició un paulatino cambio de las sociedades. Pues ahora, la riqueza podía almacenarse e intercambiarse cuando se considere necesario.Y así empezaron a aparecer las primeras sociedades capitalistas, tal como se conocen hoy, y también las primeras estratificaciones sociales.

La frase del Gral. Manuel Belgrano “el comercio es el alma de los pueblos”.

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