Esta celebración encuentra su origen en 1943 cuando un grupo de locutores radiales decidieron conformar la Sociedad Argentina de Locutores.
“Locutor, persona que tiene por oficio hablar en radio o televisión para presentar un programa, dar noticias, poner voz a las imágenes en retransmisiones deportivas, en documentales, etc”.
Es la definición académica de lo que es un locutor. Pero creo que habla sólo de una parte, porque dice “el locutor pone voz”. Los que vivimos alguna experiencia de locución, los que escuchamos radio sabemos que el locutor pone mucho más que su voz: pone sus sentimientos, su pasión, sus ganas de comunicarse con su otra parte, los oyentes, a quienes considera sus amigos, aunque no los conozca.
El locutor es como el “amigo invisible”, que entra al hogar de todos, como entra un amigo, con un saludo, con una sonrisa que no se ve, pero se intuye. Que le recomienda, antes de salir de su casa, abríguese, hace mucho frío, o tenga cuidado, hay mucha neblina. O nos recuerda cuándo hay que vacunar a los chicos, o algún espectáculo. A veces buenas noticias, a veces no tan buenas en su, si bien es siempre clara, buena dicción, se percibe que él o ella están compartiendo el mismo sentimiento con que el oyente recibe la noticia. Otras veces comparte una entrevista o buena música.
Es la persona de los mil rostros; porque cada uno de sus seguidores o escuchas, lo imagina de un modo distinto, que casi siempre no condice con la realidad. Siempre “sorprende” conocer su verdadero rostro, pero nadie pierde su simpatía, y esa “amistad” entrelazada por el “aire”, sigue siendo “su locutor”.
Una voz, un micrófono, producen el milagro de escucharlo, de acercarnos a esa persona que tiene uno de los “oficios” más lindo; comunicarse con su pueblo, dialogar con él, compartir sus sueños, su esperanza, su alegría, tratando siempre de ocultar su tristeza.
Porque es parte de su oficio sembrar esperanza, levantar el ánimo de aquel que en soledad o como sociedad lo está escuchando.
Mientras exista un locutor, nadie estará totalmente solo; su voz cálida, suave o potente, lo acompañará con lo mejor de sí, especialmente le acercará un hermoso sentimiento de amistad, de afecto, porque el locutor sea varón o mujer, es ese amigo que usted recibe en su hogar cada día, que se inaugura con un “Buen día amigos”, que tengan ustedes una muy buena jornada”.
A todos ustedes locutores amigos “FELIZ DIA”!!!
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