martes, 1 de noviembre de 2016

Día de todos los Santos




El martes 1 de noviembre disfrutaremos de un festivo por ser el Día de Todos los Santos. Pero aunque se lleve celebrando toda la vida, muchos siguen sin saber el origen de esta festividad a la que acompañan también una gran variedad de ritos.

Su origen, como es obvio, tiene que ver con la Iglesia Católica, y se remonta a hace más de 1280 años. En realidad, y aunque sea una forma muy poco correcta de decirlo, se trató de un "parche" del Vaticano para conseguir que todos los santos fueran venerados al menos un día al año.

Una medida "parche" para el 1 de noviembre
El impulsor de esta medida fue el papa Gregorio III, que durante su tiempo de pontificado (731-741) consagró una capilla en la Basílica de San Pedro en honor de todos los Santos, y fijó su aniversario para el 1 de noviembre.

Más tarde, situándonos ya a mediados del siglo IX, el papa Gregorio IV (827 a 844) extendió la celebración a toda la Iglesia. De esta forma, todos los santos tienen un día del calendario para ser venerados, incluidos los que además poseen una fiesta propia en el calendario litúrgico.

Día de todos los Santos: festivo con 'obligación'
Al ser un día en el que se veneran a todas las citas del santoral, la tradición le ha convertido en festivo y no laborable. Por lo general, las catedrales lo celebran exhibiendo las reliquias de los santos que tienen entre sus muros.

Pero también, según marca la Iglesia, es "de precepto para los católicos", lo que quiere decir que todos ellos deberán participar de la Santa Misa y acudir al Templo.

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